La religión en Japón no es un concepto definido, pues los japoneses no creen en una religión en particular. En cambio incorporan los rasgos de muchas religiones en sus vidas diarias en un proceso conocido como sincretismo. Las calles japonesas se decoran en Tanabata, Obon, Halloween y Navidad.
Muchas personas, sobre todo aquellas pertenecientes a generaciones jóvenes, sienten que las religiones en Japón son la parte de la cultura tradicional.
Según datos oficiales, el sintoísmo es la religión con mayor número de adeptos con alrededor de 101 000 000 personas, seguida por el budismo con alrededor de 84 700 000 y en tercer lugar se encuentra el cristianismo con 1 900 000. Sin embargo, muchas personas se declaran budistas y sintoístas, por lo que los números son difíciles de separar entre estas dos religiones.
SINTOISMO
La religión Sintoista proviene de tiempos prehistóricos, como una religión con respeto a la naturaleza y en particular a ciertos lugares sagrados.
La adoración se realiza en lugares considerados santos. Sobre todo es importante el acto de purificación antes de la visita a estos lugares sagrados. Estos sitios al principio pueden haber sido usados para adorar al sol, formaciones de roca, árboles, e incluso a sonidos. Ya que cada una de estas cosas fue asociada con una deidad esto causó un complejo politeísmo religioso. Se conocen a las deidades en el sintoismo como "Kami", y "Shinto". Es como una religión indígena: no tiene ningún libro santo, ningún fundador ni canon alguno.
Se trata de un término que aparece por primera vez en el Nihon Shoki (Crónicas de Japón), uno de los primeros libros sobre la historia de Japón del S.VII. El término sintoísmo se empezó a emplear alrededor del S. XIII con el propósito de diferenciarlo del budismo, confucianismo y taoísmo, que habían
empezado a difundirse ampliamente por la isla.

Este término de origen chino, pues es utilizado en el taoísmo, algunos textos budistas chinos y el confucianismo, está compuesto por dos caracteres o kanji: ''Shin'' , que hace referencia al término kami, dios o espíritu; y ''tō'', que hace referencia al término michi, camino. Es por esto que muchos estudiosos se refieren a él como el camino de los kami. Al igual que ocurre en China o Corea, en el Japón actual no hay ningún impedimento en considerarse sintoísta y a la vez acudir a templos budistas o confucianos. Tampoco existe ninguna figura fundadora como en otras religiones, incluso no posee escrituras sagradas.
En las prácticas personales, el sintoísmo implica creer en la existencia de los kami, la realización de ritos conforme a la voluntad de ellos y una vida espiritual a través del respeto y veneración del kami. Se trata de una amalgama de actitudes, ideas y comportamientos que durante más de dos mil años se ha convertido en una parte esencial del pueblo japonés; una fe personal y un modo de vida comunitario que se ajusta a la voluntad del kami.
A lo largo de la historia el sintoísmo se ha filtrado en la sociedad y cultura japonesa hasta tal punto de poder diferenciar el sintoísmo según los grupos sociales y comunidades que practican esta religión:
- Sintoísmo popular: es el menos evidente de todos, el culto a los kami enraizado en la vida diaria de la gente, en las fiestas tradicionales, que puede ser entendido como fe popular por algunos o como superstición por otros.
- Sintoísmo doméstico: son las prácticas religiosas que se realizan en el altar de cada vivienda, el culto en el hogar.
- Sintoísmo sectario: son los distintos grupos o sectas que surgieron con la nacionalización del sintoísmo por el gobierno Meiji (1868-1912) y convertirse en una religión de estado imitando a los países europeos colonialistas.
- Sintoísmo de la Casa Imperial: podemos denominar así a los ritos que se realizan en los tres santuarios ubicados dentro del Palacio Imperial de Tokio, de uso exclusivo para la familia imperial. Una de las prácticas habituales es el enví de mensajeros para realizar ofrendas en determinados templos y mausoleos relacionados con la casa real.
- Sintoísmo de Santuario: es el tipo de fe más antiguo y más extendido en Japón. Gira en torno a los kami que habitan en los templo sintoísta y dedicados a la vida en comunidad, los ritos y festivales, la oración y la devoción… Después de la Segunda Guerra Mundial, los templos sintoístas se convirtieron en instituciones privadas, financiadas por una comunidad determinada, y dejaron de depender del gobierno.
En el Japón tradicional, los templos dedicados a los dioses sintoístas eran los lugares de la vida en comunidad. A ellos se dirigían todos los miembros de una comunidad para pedir al kami, hacer ofrendas, realizar festivales y fiestas durante todo el año, por lo que no hacían falta doctrinas para guiar a la gente.
BUDISMO
El budismo se originó en India en el siglo V d. de C. Consiste en las enseñanzas del Buda Siddharta Gautama. Una de sus muchas ramas es conocida como el Mahayana, y es la rama que llegó hasta Japón.
El budismo llegó a Japón en el siglo VI, durante el Periodo Nara, los monasterios budistas de la capital, lograron tener mucha influencia política y fue una de las razones por las cuales la capital se trasladó a Nagaoka en el 784 y a Kyoto en el 794. Sin embargo, el problema de la ambición política y militar de los monasterios continuó siendo un problema dentro de Japón a lo largo de su historia.
El budismo llegó a Japón por medio de China y Corea en el siglo VI. Aunque fue bien recibido por los japoneses, esta religión no se esparció entre la población común debido a la complejidad de la religión. Hubo unos conflictos iniciales con el sintoísmo, la religión nativa de Japón. Las dos religiones pronto lograron coexistir e incluso complementarse.
Actualmente existen 90 millones de practicantes del budismo en Japón. Sin embargo, la religión no afecta directamente a la vida diaria de los japoneses. Los funerales se celebran según la tradición budista, y muchas casas tienen en el interior un altar para orar a sus antepasados.
Lo que caracteriza al budismo es que es una religión que ofrece una ruta espiritual para trascender del sufrimiento de la existencia. El Samsara se considera que es el ciclo del nacimiento, muerte y reencarnación al que todos los seres están sujetos, y que es producto de las consecuencias del karma, la suma de malas acciones que se acumulan a lo largo de las diferentes vidas de ese ser. La liberación del Samsara se logra a través de un conocimiento trascendente en el que se supera la avaricia, el odio y el engaño y se pasa al nirvana.
El budismo está dividido en tres formas:
- El budismo más ortodoxo e impersonal Budismo Theravāda, que es frecuente en la India y Asia Sur-oriental.
- El budismo más personal, Budismo Mahāyāna que extiende a India del Norte, China, el Tíbet, y desde allí se dirigió a Corea.
- El budismo esotérico o también conocido como tántrico, el Budismo Vajrayāna.
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